La economía colaborativa se ha convertido en una fuerza transformadora
disruptiva a nivel mundial, y América Latina no es la excepción. El impacto
disruptivo de las plataformas digitales colaborativas ha puesto presión sobre las
instituciones y regulaciones de sectores importantes en la economía de los países
de la región, propiciando el ingreso de nuevos competidores y la
institucionalización del empleo, con un evidente impacto social. Este artículo
analiza los impactos particularmente en el ámbito de la competencia, laboral y
fiscal de las regulaciones existentes. A su vez, propone recomendaciones de
política pública dirigidas a propiciar una transición no conflictiva que permita
potenciar los beneficios de los nuevos modelos de negocio de manera inclusiva,
permitiendo la readaptación de las capacidades laborales necesarias para
ajustarse al cambio disruptivo innovador. Asimismo, esta nota examina los
diversos actores de las plataformas colaborativas y sus características
económicas, promotoras de un rendimiento creciente, con especial atención en
las industrias creativas.