Albert Cañigueral (1977, Mataró) es el fundador de consumocolaborativo.com y conector de OuiShare entre España y América Latina, una especie de think tank que reflexiona sobre los impactos de la tecnología en la sociedad económica, medioambiental y socialmente.
¿Cómo definiría la economía de plataformas?
La plataforma digital es un nuevo modelo organizativo que facilita que distintas partes se encuentren y lleguen a rápidos acuerdos digitales para hacer cualquier cosa, puede ser para viajar juntos en un coche, para que alguien venga a vivir a mi casa o para que colectivamente hagamos la Wikipedia, por ejemplo.
Son muy poderosas pero hay que saberlas utilizar.
Las plataformas son brutales como herramienta organizativa, es un nuevo poder que tenemos, y crean relaciones económicas y sociales en el entorno digital. Con lo cual, como ciudadano te importa ver qué calidades democráticas tienen o no estas plataformas y qué impactos tienen en las ciudades, y este es el ámbito en el que trabaja Sharing Cities.
¿Por qué se habla de los impactos que tienen en las ciudades si es un fenómeno global?
Se habla del papel de las ciudades porque es donde la economía de plataformas impacta con más fuerza. Es decir, muchas se mueven en el espacio puramente digital, pero otras plataformas aterrizan realmente en el territorio y no es lo mismo el impacto que tiene Airbnb en Barcelona que en Santiago de Chile. La herramienta es la misma pero tiene impactos distintos. Y también porque, con toda la tendencia hacia la urbanización del mundo, la ciudad es donde habrá más retos a resolver y estas tecnologías son una oportunidad de utilizarlas de forma social y ética.
¿Cuáles son los retos?
El primero es que ha habido una cultura de no pedir permiso y a desarrollar toda la actividad sin tener siquiera un diálogo pues, ¿cómo gestionas esta llegada y el impacto de estas grandes plataformas? El segundo reto es: a las plataformas de carácter más local, con un propósito más social, ¿cómo las fomentas? Y el tercer reto es ¿cómo se digitaliza la administración para poder hablar de digital a digital con estas plataformas?
¿Es más partidario de regular el mercado o dejarlo actuar libremente?
Yo creo que el mercado tiene que permitir que se desarrollen nuevas ideas, pero dentro de un marco legal. Y ahora lo que hay que hacer es saber cómo encajar, civilizar y poner las necesidades de las personas y las ciudades en el centro y ver la tecnología como una herramienta que nos acerca o nos aleja de nuestros objetivos. Y el otro aspecto, es que tenemos el poder de regular la tecnología con tecnología también. Lo que está claro es que no se puede regular pensando en una era industrial.